Objetivos Formativos

Educación con humanismo

Somos educación centrada en el humanismo,  cada uno en la comunidad educativa UIJM, desde alumnos, docentes, teachers, directivos, administrativos y padres de familia, son reconocidos como personas con habilidades, talentos y virtudes tan únicas como ellos.

Creemos que el humanismo evoluciona junto con las personas, la ausencia de este sentido hará que, la religión, las artes, la historia o el amor serían totalmente inútiles.

Enseñamos a nuestra comunidad a comprender las emociones de los demás, pero sobre todo a ser responsables de sus emociones y sus consecuencias positivas o negativas.

Antes de tocar la razón de nuestros alumnos, maestros y padres de familia, tocamos y predisponemos al corazón.

Profesionalismo con valores

Formamos profesionistas, desde el momento que aprenden a escribir su nombre, ya que ese es el principio de una formación profesional, el futuro de las siguientes generaciones depende que los niños aprendan a soñar, solucionar, cuestionar, amar, sumar, indagar y otras acciones.

Enseñamos a que, si las oportunidades no nos encuentran, abramos un camino para encontrarlas.

Formamos líderes y para logarlo es primer requisitos es provenir del pueblo para que pueda sentir sus reclamos y conducirse con humanismo, trabajar con los demás y nunca para él.

Como un estadista lo hace: en la Universidad Infantil José Martí vemos y formamos en el camino de la rectitud y la responsabilidad a la siguiente generación de ciudadanos que conducirán esta nación.

Cultura y raíces

Enseñamos que no podemos vivir eternamente, pero que podemos crear algo que sí; comprenden que cultura es heredar identidad y reconocerla entre los artistas letrados y no letrados del pueblo, que la cultura forma sabios y la educación hombre y ambas están ligadas.

Reconocer el pasado, abrazar sus raíces, amar su lengua, disfrutar su comida, vivir sus tradiciones, y al mismo paso conocer otras formas del pensamiento y expresión en las naciones hermanas.

Promovemos la voz de las letras, los trazos en la música, el valor del esfuerzo en cualquier deporte, la pasión por las líneas y los objetos creados, pero sobre todo la pasión y esa es el alma de la cultura.

Convencimiento puro

En nuestros laboratorios nos formamos técnicos, llevamos niños que se asombran con los fenómenos naturales, abrimos sus mentes y las llenamos de curiosidad así nunca regresaran a su tamaño original, un niño que cuestiona y experimenta no tiene forma alguna de aprender menos, hacemos de las matemáticas la llave a un mundo de conocimientos infinitos.

Saber que la ciencia no lo ha descubierto todo y que la siguiente respuesta a los problemas del mundo se gesta en las cabecitas de nuestros alumnos y que aún podemos sorprender a la humanidad.

Habilidad de comunicarnos con el mundo

Todo alumno y docente sabe que comunicarse no consiste en solo hablar, también es escuchar, preguntar, generar un dialogo y comprender.

Escuchar la razón e ignorar lo que no se dice, conectarnos con las personas mediante la tecnología porque ahí se construyen experiencias.

Educar la mente es educar por dos, una mente que piensa y otra que siente y esta última aprenderá a controlar las emociones y utilizarlas como una brújula para responder asertivamente.

Inculcamos el poder ver de forma positiva, aprender de los errores, proponer soluciones, rodearnos del mejor equipo, conscientes de que esto es un continuo aprendizaje para ser felices.